sábado, 12 de marzo de 2011

Historia oral vs historia de fuentes escritas

 

La oralidad en la asignatura de Historia es una actividad que pocas de las veces se pone en práctica. La mayoría de los docentes recurren a esta estrategia solamente en la asignatura de Español o Lengua, sin percatarse de su importancia en el manejo de temas históricos y sobre todo, como lo marca el nuevo currículo de educación básica, en el desarrollo de competencias.
En este curso de Historia he tenido la oportunidad de experimentar, claro que pocos cursos lo ofrecen. Esta experiencia de la que hablo se trata precisamente de haber desarrollado una entrevista. Son casi nulas las ocasiones que los docentes hacemos estas actividades, sobre todo porque a veces les exigimos a los alumnos que las realicen sin tener en cuenta aspectos como el nerviosismo u otros que van desde el diseño de la entrevista hasta el análisis de sus resultados.
En cuanto a las entrevistas, las realicé a tres personas distintas tanto en edad como en ocupación. La primer persona entrevistada fue una profesora de mi centro de trabajo. La segunda persona fue una señorita que trabaja como secretaria. Y la tercer persona fue un señor músico. Cada uno de ellos me explicó una parte de sus conocimientos históricos sobre el periodo de la edad media, que fue mi tema a investigar en mi situación problema. No todos coincidieron con la información correcta; incluso el músico intervino más en lo que correspondió a las características del periodo, al explicar el periodo pero referente a la música. La colega docente, al ser de primer grado, pues no supo exactamente los datos, sin embargo los explicó grosso modo. La señorita mostró un conocimiento vago e indeciso, ya que no conocía exactamente el periodo ni sus características, es decir, sus concepciones del periodo de la edad media estaban algo erradas de la realidad.
Estos resultados de las entrevistas dejan ver un sesgo de claridad en cuanto a las ventajas y limitaciones de la oralidad en la Historia. Menciono ventajas en cuanto a que las entrevistas sirven para recabar testimonios orales, vivencias y anécdotas que no siempre encontramos en una fuente escrita. Además que le permiten al alumno a conocer más de su entorno. En cuanto a limitaciones se encuentra precisamente lo mismo, es decir, de un testimonio oral podemos obtener cuanta información deseemos pero será subjetiva en cuanto a la fuente (sea un experto o neófito), veracidad y relevancia del testimonio. Por lo que será necesario ser sumamente estricto en la entrevista considerando: objetivo, propósito, finalidad, preguntas, entrevistado; sobre todo para no cometer errores que puedan confundir al alumno.
El docente será el encargado de dirigir la estrategia de la entrevista con propósitos claros y sobre todo fuentes que realmente contribuyan a lograrlos. Se debe hacer la adecuación de las preguntas, contenidos y propósitos. Todo en función de la información que se desea obtener. Y por supuesto no abusar de la estrategia de la entrevista y querer utilizarla para el desarrollo de todos los temas.
Como docentes debemos discernir sobre la importancia de las fuentes orales pero también de la importancia de las fuentes escritas como complemento una de la otra. Ambas son importantes. El punto medular es que el profesor sea consciente de su recíproco apoyo y no menosprecie a ninguna de las dos. Si se combinan equilibradamente pueden ser un recurso muy valioso para el alumno en sus investigaciones.
Como punto final he de señalar la importancia que tiene para un alumno conocer más de la Historia, sea personal, familiar, nacional, etc. Ya que le permitirá tener una visión crítica hacia los acontecimientos que ya sucedieron y de su relación estrecha entre los acontecimientos presentes. De esta manera podrá analizar su entorno y criticar su presente para reflexionar y actuar en su futuro.

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